"¿Que no tiene fin el universo? Pues démosle, y no será tal donación, si la obtenemos, más que el descubrimiento de su finalidad velada."
(...)
"Obra cómo si el universo tuviese un fin y contribuirás a la existencia del fin. La inteligencia no ve sino causas eficientes: la voluntad crea causas finales. Y la realidad no responde menos a la creación de la voluntad que a las visiones de la inteligencia."
(...)
"Y al vertigo y al absurdo se llega por el "¿que más da?". Y no se llega a ellos afirmando que el mundo existe para que exista yo, y yo existo para que exista el mundo, y que yo debo recibir su sello y darle el mío, y perpetuarse él en mi y yo en él. Y sólo viviendo así se siente uno vivir en una creación continua."
(...)
Miguel de Unamuno
____________________________________________________________________
Parece ser que la pregunta filosófica transcendental siempre debe de ser, "porqué". Parece ser que des de siempre el hombre, se pregunta porqué existe, porqué existe él y el mundo, el universo.
Llevamos miles de años creando y olvidando dioses, en busca de estas respuestas. Miles de años creando respuestas ante una misma pregunta: ¿quien nos ha creado?
No creo que haya persona que jamás se haya preguntado de dónde demonios viene. Que hay más allá del cielo, y si realmente somos sólo una mera evolución de un primate, que desarrolló las manos a la vez que el cerebro, o si somos a semejanza del supuesto dios que nos mira y protege.
De lo que no estoy tan seguro es de que la gente se pregunte al igual que Miguel de Unamuno, el para qué. Para qué estoy aquí, que debo de hacer con mi vida, que fin le doy.
Si es cierto que el universo no tiene creador ni fin, demosle uno. No le podemos dar un creador lógicamente, pero si que podemos darle un fín. Obrar cómo si tuviera tal fin, y así darle uno.
Realmente a veces me siento perdido, ante tales preguntas enormes. Realmente a veces siento que nada tiene sentido ni fin, y me pregunto "¿puedo darle un fin?". No debemos de esperar que nos lo den todo en la vida, ni todas las respuestas, ni todas las preguntas. Aquél que crea firmemente en algo cómo cierto, ya sea una religión cómo en una ciencia (la ciencia es la gran religión de nuestra nueva era a mi entender), se olvidará de buscar realmente el fin, el para qué, el que exista dentro de cada uno.
Puede que no haya más hecho que el fin del hombre, sea el de vivir, perdurar un tiempo, y ser feliz. Puede que realmente nunca sepamos que hacemos aquí, si son demonios reales a lo que tememos o demonios imaginarios, si nos escuchan cada vez que rezamos, o sólo nos escuchamos a nosotros mismos.
Des de hoy, creo, que he de buscar mi propio fin, darle al universo mi propio fin, y si no lo veo claro, me lo invento. Si la voluntad se somente siempre al imperio de la inteligencia, ¿porque no al revés pués? Que mi voluntad sea la de darle un fin a mi vida, más allá del de sobrevivir, y que mi inteligencia se someta a ello.
(...)
"Obra cómo si el universo tuviese un fin y contribuirás a la existencia del fin. La inteligencia no ve sino causas eficientes: la voluntad crea causas finales. Y la realidad no responde menos a la creación de la voluntad que a las visiones de la inteligencia."
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"Y al vertigo y al absurdo se llega por el "¿que más da?". Y no se llega a ellos afirmando que el mundo existe para que exista yo, y yo existo para que exista el mundo, y que yo debo recibir su sello y darle el mío, y perpetuarse él en mi y yo en él. Y sólo viviendo así se siente uno vivir en una creación continua."
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Miguel de Unamuno
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Parece ser que la pregunta filosófica transcendental siempre debe de ser, "porqué". Parece ser que des de siempre el hombre, se pregunta porqué existe, porqué existe él y el mundo, el universo.
Llevamos miles de años creando y olvidando dioses, en busca de estas respuestas. Miles de años creando respuestas ante una misma pregunta: ¿quien nos ha creado?
No creo que haya persona que jamás se haya preguntado de dónde demonios viene. Que hay más allá del cielo, y si realmente somos sólo una mera evolución de un primate, que desarrolló las manos a la vez que el cerebro, o si somos a semejanza del supuesto dios que nos mira y protege.
De lo que no estoy tan seguro es de que la gente se pregunte al igual que Miguel de Unamuno, el para qué. Para qué estoy aquí, que debo de hacer con mi vida, que fin le doy.
Si es cierto que el universo no tiene creador ni fin, demosle uno. No le podemos dar un creador lógicamente, pero si que podemos darle un fín. Obrar cómo si tuviera tal fin, y así darle uno.
Realmente a veces me siento perdido, ante tales preguntas enormes. Realmente a veces siento que nada tiene sentido ni fin, y me pregunto "¿puedo darle un fin?". No debemos de esperar que nos lo den todo en la vida, ni todas las respuestas, ni todas las preguntas. Aquél que crea firmemente en algo cómo cierto, ya sea una religión cómo en una ciencia (la ciencia es la gran religión de nuestra nueva era a mi entender), se olvidará de buscar realmente el fin, el para qué, el que exista dentro de cada uno.
Puede que no haya más hecho que el fin del hombre, sea el de vivir, perdurar un tiempo, y ser feliz. Puede que realmente nunca sepamos que hacemos aquí, si son demonios reales a lo que tememos o demonios imaginarios, si nos escuchan cada vez que rezamos, o sólo nos escuchamos a nosotros mismos.
Des de hoy, creo, que he de buscar mi propio fin, darle al universo mi propio fin, y si no lo veo claro, me lo invento. Si la voluntad se somente siempre al imperio de la inteligencia, ¿porque no al revés pués? Que mi voluntad sea la de darle un fin a mi vida, más allá del de sobrevivir, y que mi inteligencia se someta a ello.
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